Bueno, bueno, aquí os presentamos uno de nuestros mayores retos, el Chotocabra pardo (caprimulgus ruficollis). Tres años intentando lograr buenas fotos sin jamás conseguir algo más que manchas borrosas porque, ya se sabe, el chotocabras es del crepúsculo y de la noche. No queríamos utilizar el flash, no somos partidarios de molestar al animal, cualquier animal, por el simple y desplazado orgullo de una foto, una captura como lo llaman algunos. No, queríamos verlo de día en su habitat y sin perturbarlo. Al fin, despues de mucho buscar en cada pedacito de campo, mirando piedra por piedra, tronco por tronco, hierbajo por hierbajo, vimos a este ejemplar incubando. Sin más que gestos para comunicarnos, sin mas que chasquidos de lengua y miradas, nos indicamos el mejor escondite detrás de un almendro e hicimos estas fotos. No estubimos más de 6 minutos y nos fuimos en silencio para no poner en peligro la generación por venir.
Fue un gran momento, tal vez el más grande de nuestras rutas "pajaricas". Fue más que una satisfacción, fue pura felicidad.
Los chotocabras son los reyes del camuflaje, confundiéndose su plumaje con las piedras y maderas secas donde se posan. No hay forma humana de verlos a primera vista. En este caso si este individuo no hubiese entreabierto los párpados, con toda seguridad no lo hubieramos visto. Todo se ha de decir.
Aqui os dejamos las fotos que le hizo Toni, esperamos que os gusten.
Es, por desgracia, muy habitual encontrar al chotocabra posado en medio de la carretera o camino de noche. Esta foto fue hecha gracias a la paciencia y la buena disposición para colaborar de este sujeto y, también en gran parte a las luces de nuestro coche, una vez más todo se ha de decir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario